Este es Nuestro Manifiesto

Somos la Cumbre de la Esperanza, una plataforma de convergencia política de líderes y lideresas progresistas e independientes. Hemos decidido unir todos nuestros esfuerzos con un propósito claro: impulsar una agenda de transformación política guiada por la paz, la vida digna y el poder del diálogo.

Nuestra acción se fundamenta en la

dignidad humana como valor supremo. No la entendemos como una simple condición para la autodeterminación, sino como la fuerza que impulsa y corrige permanentemente nuestro quehacer. Por ello, cada persona es y será siempre un fin en sí misma, jamás un medio para alcanzar otros objetivos.

Combatir la desigualdad económica y social es nuestro

imperativo irrenunciable. Esta debe ser la prioridad máxima en cada acción del Estado y el faro ético que guíe tanto el esfuerzo individual como el colectivo. Creemos firmemente que no puede haber justicia sin equidad, lo que significa trabajar activamente para fortalecer y dar prioridad a los más excluidos.

Defendemos la vida y la diversidad como pilares de nuestra existencia. Esto se traduce en un compromiso férreo con la

protección de todas las formas de vida, la defensa de nuestros ecosistemas y el respeto a la pluralidad en todas sus manifestaciones.

Nuestro compromiso con la paz es inquebrantable. Promovemos el

diálogo como la única vía legítima para la solución de los conflictos. Entendemos el poder como una herramienta de servicio, nunca como un fin en sí mismo. Por tanto, nuestra participación política debe ser ética e intachable, rechazando categóricamente cualquier alianza o vínculo con quienes estén razonablemente cuestionados por corrupción, abuso de poder o cualquier forma de violencia.

Finalmente, nos declaramos

antifascistas y nos oponemos firmemente a toda forma de autoritarismo. La fraternidad y la solidaridad no son para nosotros ideales abstractos, sino la guía fundamental de nuestra acción colectiva.